Primeras veces, por lo general son incomodas, vergonzosas y
llenas de ignorancia, todos pasamos por ellas de niños o de adultos, tenemos el
primer beso, el primer amor, la primera desilusión amorosa, pero sin duda
algo que es memorable para mal o para bien es esa primera vez en el ámbito sexual,
nadie puede orientarnos acerca de lo que nos espera porque
simplemente nadie experimenta en cabeza ajena.
Mi primera vez fue a los 21 años, aunque tuve la oportunidad
de perder la virginidad antes no quise hacerlo porque no me sentía físicamente lista,
tampoco idealicé mucho esa primera vez, no imaginé como sería ni donde, aunque
si pensaba que sería con mi primer novio con el que había durado cuatro años,
pero cuando descubrí que él no había podido contener sus hormonas y fue a
acostarse con una vecina, decidí que no sería él con quien perdería mi
virginidad.
Él se llamaba Julio, nos habíamos conocido hacía diez años en el club social al que acudíamos, sin embargo nunca nos habíamos visto como una
pareja, él era casi diez años mayor que yo, salimos por alrededor de dos meses
antes de decidir tener sexo, cuando le confesé que era virgen él prometió hacer
de aquella primera vez algo inolvidable; un día mientras estábamos en su coche
los besos y las caricias comenzaron a subir de tono, supe entonces que era el
momento, pronto terminamos en un hotel. Si tuviera que dar un calificativo a
esa primera vez creo que sería “malo” la verdad es que no me resultó nada
agradable, ni satisfactorio, como les dije antes fue en un hotel, de esos que
hoy en día abundan, con tina de baño y cochera para ocultar el automóvil, yo
estaba demasiado nerviosa, él comenzó besándome, desvistiéndome y acariciándome,
cuando se dio la penetración sentí mucho dolor y mucha vergüenza al mismo
tiempo, después terminé llorando y aunque debo decir que en el momento fue un
caballero no me resultó para nada agradable. No entendía de donde venían todas
esas historias que leía en Cosmopolitan, la
excitación, la emoción, claro que yo había sentido orgasmos mediante la
masturbación y aunque no esperaba conseguir uno en mi primera vez, si esperaba
que fuera algo placentero.
Cuando lo comenté con mis amigas todas me dijeron que la primera vez era muy incómoda, pero que seguramente la siguiente sería mejor, sin embargo las siguientes tres veces fue exactamente lo mismo, ¡nada placentero! Por si fuera poco, mi relación comenzó a enfriarse y después terminamos separándonos. No volví a probar el sexo hasta un año después.
Cuando lo comenté con mis amigas todas me dijeron que la primera vez era muy incómoda, pero que seguramente la siguiente sería mejor, sin embargo las siguientes tres veces fue exactamente lo mismo, ¡nada placentero! Por si fuera poco, mi relación comenzó a enfriarse y después terminamos separándonos. No volví a probar el sexo hasta un año después.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario